Roberto Tomichá
Bibliografía

Entre sus principales publicaciones: La primera evangelización en Chiquitos (1691-1767). Protagonistas y metodología misional (2002); Francisco Burgés y las Misiones de Chiquitos (2008); Chiquitos en las Anuas de la Compañía de Jesús (2011); además, diversos artículos en revistas especializadas de América y Europa.

Roberto Tomichá

Cuando Roberto Tomichá estudiaba teología en Roma, muchos compañeros pensaban que provenía de alguna región oriental. Difícilmente logró convencerlos de que sus facciones correspondían al grupo de los chiquitanos, un pueblo indígena del oriente de Bolivia.

Es franciscano conventual, fue perito en la Conferencia de Aparecida y pertenece al equipo de teólogos de la CLAR.
Desde 2003 dirige el Instituto Latinoamericano de Misionología, de la universidad Católica Boliviana.

Se considera heredero de una tradición indígena-cristiana, o mejor, de un cristianismo vivido en versión indígena.

A partir de sus estudios doctorales en misionología (Doctor en Historia y Teología de las Misiones por la Universidad Gregoriana de Roma), y del encuentro con sus raíces chiquitanas, encauzó sus búsquedas teológicas en prospectiva indígena.

Es director del Instituto de Misionología de la Universidad Católica de Bolivia, regional Cochabamba, desde donde coordina programas de posgrado. Docente invitado en la Facultad San Bonaventura de Roma.

Investigador sobre la historia y cultura de los pueblos indígenas de las Tierras Bajas americanas. Junto a Isabelle Combès, dirige la colección Scripta autochtona dedicada precisamente a los pueblos indígenas de las Tierras Bajas de Bolivia.

Participa activamente en diversos congresos internacionales sobre misiones, culturas y pueblos originarios.

De una entrevista reciente recogemos algunas de sus apreciaciones en torno a algunos temas de su interés: En Bolivia nosotros estamos viviendo el resultado de un proceso de varios años. El movimiento indígena, que en Bolivia represente más del 60% de la población, se ha animado a organizarse y decir su palabra en todos los aspectos sociales, culturales, políticos e inclusive religiosos y se ha visto que este esfuerzo ha tenido sus resultados: tenemos actualmente un presidente Aymara que dirige los destinos del país. ¿Qué quiere decir esto? Que es posible cuando hay un movimiento indígena organizado y también se cree en la propia fuerza que tienen y capacidad milenaria de resistencia y de propuestas de los pueblos indígenas, no solo para ellos sino para todo un país.

En segundo lugar está la iglesia. El peligro para una iglesia católica, más institucional, es perder a su último aliado estratégico. Por eso tenemos que caminar con ellos en sus proyectos, con sus cosmovisiones, con su religiosidad y religiones inclusive. La iglesia tiene que estar abierta al diálogo en todos sus niveles y no tiene que temer al diálogo. Eso es una enseñanza muy importante en estos momentos. Los indígenas por tradición y cultura somos personas dialógicas, porque tenemos culturas simbólicas y cósmicas, donde puede entrar lo profundo del pensamiento de la tradición cristiana, los valores y principios cristianos en armonía con los valores y principios de las tradiciones indígenas.